#TodosSomosLuis
Por: Erik Cruz Moctezuma
"Permitir una
injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen".
Willy Brandt
Las deficiencias de nuestro sistema jurídico y penal son algunas de las realidades que día a día acontecen en nuestro país, así como el pensamiento equivoco que puede dar pie a la idea de que el actuar de un médico puede ser de índole malicioso o perjudicial, pese a su indudable intención de brindar ayuda y bienestar a un paciente. Con el fin de comprender lo dicho y lo que se relatará a continuación, es imprescindible tener claro que se denomina delito doloso a un subtipo del delito de homicidio caracterizado por la intención de un criminal de quitar la vida a otra persona, lo cual nunca representará el actuar de un médico.
El pasado lunes 2 de abril, la Fiscalía General de Oaxaca detuvo a uno de los médicos implicados en el fallecimiento del niño Edward Luna Trujillo, el cual ocurrió el pasado 26 de noviembre del 2017, en donde el infante sufrió una caída mientras jugaba, por lo que fue trasladado al hospital civil "Dr. Aurelio Valdivieso", en la ciudad de Oaxaca; sin embargo, al encontrarse en paro de labores fue llevado a la clínica privada "Del Valle", donde fue atendido de urgencia por el traumatólogo con especialidad en ortopedia pediátrica Luis Alberto Pérez Méndez junto con la anestesióloga Gabriela Cruz López, quienes intervinieron quirúrgicamente al pequeño. La situación se complicó cuando el menor tuvo una reacción anafiláctica a uno de los medicamentos empleados y, pese a la labor de los médicos a favor del paciente y de las circunstancias en las que se encontraban, todo culminó en el lamentable fallecimiento del niño.
Actualmente, ambos doctores están acusados de homicidio doloso con agravante de responsabilidad médica por la muerte del menor, lo cual se informó en un comunicado de prensa de la Fiscalía de Oaxaca el 2 de abril del presente año, asimismo, se presentó la orden de aprensión para el Dr. Luis Alberto Pérez Méndez, librada por el juez de control de Valles Centrales dentro de la causa penal 88/2018. El 3 de abril, a petición de la representación social, se logró vincular a proceso al imputado, donde el juez de control le impuso la medida de prisión preventiva oficiosa por cuatro meses, mientras continúa la investigación. Mientras tanto, el médico estará recluido en el penal de Ixcotel durante el tiempo que dure el proceso. Luego de todo esto y ante las circunstancias de la detención y la vinculación del supuesto delito, médicos del ISSSTE, IMSS y otros servicios de salud, han realizado una serie de movilizaciones para exigir la liberación del médico, así como la reclasificación de su delito y pidiendo que no se criminalice su labor.
Durante una entrevista con el Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez declaró que en este caso se están respetando los derechos humanos de todos, y que el propio médico detenido goza aún del principio de presunción de inocencia, olvidando que el prestigio de los acusados ha sido expuestos sin censura a niveles denigrantes, dando a conocer que en este país los políticos pueden robar el dinero del pueblo sin castigo alguno, pero un médico que no puede resolver una lamentable complicación es tratado como un criminal. Dentro de sus otras declaraciones, también mencionó que los doctores involucrados podrían recibir una sentencia de 8 hasta 20 años de cárcel, dependiendo las circunstancias del procedimiento y, es en este punto, al igual que otros medios, donde debemos preguntar: ¿Por qué se criminaliza así el desempeño de un profesional que dedica su vida a prepararse para servir y procurar la salud?, porque, es bien sabido que la preparación de un médico involucra grandes esfuerzos y hasta sacrificios aceptados con gran entusiasmo con el fin de poder ser de ayuda para la sociedad. Hoy, con tristeza, vemos cómo un profesionista dedicado a una de las labores más humanas (el cuidado de la salud), es inculpado por su labor de forma agravante.
A pesar de los grandes avances en el conocimiento de la ciencia y la tecnología, la acción médica sigue siendo bien descrita como alguna vez lo pensó el médico canadiense William Osler al decir que: "La medicina es la ciencia de la incertidumbre y el arte de la probabilidad". Todo este tema cobra vital importancia porque es la primera vez en la historia jurídica de Oaxaca, así como un caso inédito en el país, en el que se vincula a proceso o cataloga como delito el quehacer médico o práctica médica de manera dolosa, y, parafraseando las palabras del presidente del Colegio de Traumatología Pedro Alonso Santiago Martínez, un médico jamás va a entrar a un quirófano buscando con el bisturí la yugular o el corazón de una persona para ver de qué manera le arrebata la vida.