Para escucharte mejor

02.07.2017

Todos en algún momento hemos escuchado decir a mamá "nunca me haces caso, lo que te digo te entra por una oreja y te sale por la otra", pero ¿Te has puesto a pensar la travesÍa que hace el sonido para llegar a tu centro de control en el cerebro?


La semana pasada estuve de vacaciones y me di el lujo de conocer el centro turÍstico ubicado en el oÍdo, ahÍ me hice de algunos amigos, no recuerdo sus nombres, solo sé que ella tenía una voz chirriante la cual de tanto hablar rompió el vaso que llevaba en la mano y su novio tenía una voz de miedo, sonaba imponente y agresivo, ellos traían su credencial VIP y para no formarme entre acompañándolos. 

La primer atracción fue un paseo en motocicleta; el paisaje era hermoso con sus surcos, depresiones y hasta algunos baches, pasamos por una gran curva llamada "hélix" entramos a través de un puente al "antihélix" y así seguimos hasta llegar a la concha. Al llegar los empleados te reciben con barra libre en el antro llamado "trago". 

A la izquierda se logra ver la mina del conducto auditivo, para entrar te piden cubrirte con un impermeable, a mí me dieron uno color amarillo, justo mi color favorito; ya estando adentro las caras de estas bacterias se me hacían conocidas, !claro¡ todo vuelva a mi memoria, eran bacterias que había arrestado hace tiempo, solo que ahora están cumpliendo con su servicio comunitario excavando en este conducto y produciendo cerumen, una de ellas se acerca a nosotros y nos cuenta que hace unos días entro un mosquito, extrañamente tenía el tamaño de un grano de arena, voló sobre ellos a gran velocidad y se estrelló a unos milímetros de la membrana timpánica; obviamente estas pensando lo mismo que yo:

¿Cómo un mosquito iba a llegar hasta ese punto? 

Considerando que el costo de la entrada estaba carísimo. Pero bueno, nosotros seguimos avanzando y no me lo vas a creer pero el esqueleto del bicho aun descomposición yacía cerca de la membrana timpánica, pero gracias a la respuesta inmunitaria los leucocitos ya se encontraban limpiando la zona, no sé qué haríamos sin ellos, sé que es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo. 


Esta historia aun no acaba y si te vuelvo a encontrar, te la vuelvo a contar... Espera a que te diga lo que pasa tras esa enorme cortina en mi siguiente entrada. 

© 2017 Hipocraticum - Revista Estudiantil
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar