El baile de los 41 (+1) maricones y contando

18.06.2017

Durante el año de 1901... exactamente el 18 de noviembre, una redada llegó a la calle de Plateros (hoy Avenida Madero), donde se encontraron con un peculiar bautizo. El festejado era un niño de trapos y el bolo un hombre con un bigote elegante, como resultado, se llevó la captura de 41 hombres, de los cuales 19 vestían caderas falsas y un poco de maquillaje.

Tiempo después se dio a conocer que no solo eran 41, había un "bailarín" más en aquella fiesta, un pariente de nuestro expresidente Díaz; su yerno, Ignacio de la Torre y Mier (conocido como nachito), esposo de su hija mayor y la consentida.

Aunque el gobierno trató de esconder la naturaleza de este escándalo, además de proteger la integridad de la familia Díaz, todos los medios de la prensa se dieron a la terea de cubrir todo lo que sucedía con los reos de ese evento,  que muchos se atrevieron a llamar: "el escandalo más grande del siglo XIX y XX".

Aunque el esfuerzo de mantener una buena cobertura fue exagerado, el uso de influencias de aquellos "lagartijos" (combinado con ingenio y algo de dinero), hizo que la lista de 41 se redujera a sólo 12 y, aunque dedicados a mostrar las caras de quienes participaron en este "antinatural" hecho, los nombres de aquella lista eran falsos. Solo llegaron a "desenmascarar" la identidad de tres pobres hombres que no hicieron nada más que intentar pasar un buen rato.

La ley en ese entonces era algo dependiente de la Iglesia, el castigo señalado por un delito contra la moral rezaba: "La sodomía es un PECADO que ofende a Dios y este crimen era castigado con la hoguera". Con estas palabras y la importancia de nuestros apreciados bailarines, el árbitro judicial hizo un gran trabajo (existe la posibilidad de que fuese por las influencias, dinero y poder de nuestro protagonistas), dando a reconocer que las leyes del siglo XVI no pueden ser las que rijan el siglo XIX.

El castigo era algo que debían cumplir, pues el código penal de 1871 nos dice que la sodomía es un delito contra natura y este mencionaba que "se impondrá la pena de arresto mayor y multa de 25 a 500 pesos al que ultraje la moral pública o las buenas costumbres, haya o no testigos".

EL seguimiento de la prensa, la presión social y religiosa de la epoca fueron algo importante en ese momento logrando que el castigo no fuese evadido por los bailerines, así que los 12 mal afortunados acompañados de 7 ladrones salieron a las 5:30 a.m. rumbo a Yucatán donde los esperaba servicio militar, pero fueron rechazados por la poca preparación que ellos tenían, así que sólo hicieron servicio social.

El destino de nuestros bailarines es incierto, unos se quedaron en Chetumal y se tiene la creencia que fueron base en las familias importantes, otras voces dicen que unos otros se regresaron a México, donde no dejaron sus costumbres de lado y siguieron frecuentando lugares de ligue, además de que uno que otro baño público.

Algo que no se puede dejar de lado en esta historia, es que la visibilidad de esta comunidad comenzó a existir, muchos incluso dicen que la homosexualidad nació después de este hecho.

El mensaje no intensional de esos bailarines fue claro y sencillo que resumiendolo en una palabra se puede decir que fue EXISTIMOS y esa pequeña comunidad siguió creciendo. Incluso en nuestros tiempos no ha parado de identificarse más gente en lo que inicio como pequeños grupos cuyo único fin es hacer que la diversidad sea algo visible, aceptado y tangible para todos. 

Puede que en esta vida seamos sólo uno más de esos bailarines que no sabe si cuidar su conducta o mostrarse ante el mundo como parte de una pequeña minoría. Todos tenemos un closet del cual salir pero este evento historico sigue siendo un ejemplo de la realidad que viven muchas personas. 

El pensamiendo de que las leyes del siglo XVI no podían regir el siglo XIX sigue vigente pero solamente cambiamos los numeros y lo más importante, un hecho histórico fue la base de un gran pensamiento revolucionario en muchas personas. Quizá la enseñanza más grande de este evento fue que nadie de la comunidad LGBT+ está solo/a, que está conformada como una organización sólida y fuerte, así que, se necesita un poco de tiemo para que estos hechos sean una remembranza de todas las luchas que se han iniciado para hacer un mundo mejor para todos.

¡Feliz  mes del orgullo!


Referencias Bibliográficas:

  • Carlos Monsiváis. Los 41 y la gran redada. Letras Libres. 2002
  • Mílada Bazant. Crónica de un baile clandestino. México: El Colegio Mexiqunse; 2005.
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